Diplomada en bellas artes por la universidad de Bristol, Keira descubrió su peculiar talento cuando compró una vieja Silver Red 100 por 5 libras en una tienda de caridad. Inicialmente pensaba escribir con esta máquina, pero en lugar de ello comenzó a crear estos trabajos artísticos.
Cada uno de sus dibujos está formado por miles de letras y signos de puntuación que agrupados adquieren la forma de rostros o paisajes. La artista utiliza su mano derecha para pulsar las letras y la izquierda para desplazar el papel arriba y abajo. Para las zonas oscuras utiliza cientos de letras agrupadas y solamente unas decenas para las zonas claras.
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